12 feb 2017

Te odio

¡Buenos días! ¿Qué tal estáis llevando el fin de semana? Aquí la verdad es que hace algo de frío. Soy una persona que ama el verano y sus tardes cálidas, pero he de reconocer que el invierno tiene su encanto. Los días fríos y grises son los que más me inspiran para escribir y, he de reconocer que en estos días tengo debilidad por encerrarme entre mantas y cojines con un buen café calentito entre las manos y una sonrisa pintada en los labios.

Cuando estéis leyendo esto faltará muy poco para San Valentín, y quizá muchos de vosotros queráis aplicar este plan de mantas y cojines aderezados con unos besos para pasar este día. Yo la verdad es que no soy muy fan de este día porque soy de las que piensa que el amor se demuestra día a día, no obstante, os estaría mintiendo si dijera que no me gustaría que alguna vez un hombre me sorprendiera con unas flores o un plan especial para este día.

Aunque claro, puede que forméis parte de ese grupo que pasará este día solo, bien por elección o bien porque no le queda otra. En este caso, quizá esta entrada te guste más a ti porque yo hoy he decidido traeros una entrada de temática amorosa, pero en vez de elegir la opción fácil, os he traído una visión un poco menos rosa de lo que a mi me gustaría. Soy fan de los finales felices, pero no siempre podemos tener el nuestro con quien queremos.

Espero que lo disfrutéis
Patt


Te odio

Repito esa frase una y otra vez en mi cabeza. Te odio, te odio, te odio... Así una y otra vez porque creo que, si lo repito hasta hartarme, quizá así consiga convencerme a mi misma. Quizá así consiga olvidar ese nudo que se forma en mi estómago cada vez que pienso en ti. Quizá así consiga reprimir las lágrimas cada vez que recuerde lo bien que lo pasábamos juntos; quizá así no duela tanto el saber que ya nunca volveremos a reírnos tanto...

Te odio, te odio, lo intento una vez más pero no da resultado. Sigues estando ahí, clavado en mi mente, comiéndome con los ojos mientras yo ansío comerte a besos como si esa fuera la única forma de vida que mereciera la pena. Respiro hondo, tratando así de sacarte de mis pulmones porque me sigues quitando el aliento. Respiro hondo y no da resultado porque no quiero que salgas de mi, no quiero perderte una vez más...

Te odio, te odio. Te odio por tener tan buen gusto para los libros y por haberte convertido en el protagonista de mi historia. Te odio por haberme hecho descubrir que somos las dos caras de la misma moneda cuando yo pensaba que no podíamos ser más diferentes. Te odio, te odio... por todas y cada una de las sonrisas que me has arrancado sin que yo me diera cuenta de ello. Por todas las veces que has hecho que me duela la tripa de tanto reír. Te odio, te odio... por anticiparte a mis deseos y hacer de cada día una aventura y una sorpresa por el simple hecho de que un día escuchaste  que adoro las sorpresas.

Te odio, te odio... ¿Por qué te odio? Te odio porque aunque debería hacerlo, aunque quiero hacerelo, lo cierto es que me es imposible odiarte. Te odio porque no te olvido... Te odio por llevarte una parte de mi en cada beso...Pero, sin duda alguna, te odio porque te quiero...

Te odio, te odio... me repito una vez más y una vez más, fracaso. Porque es imposible odiar a quien se quiere por mucho que uno quiera, porque si pienso en ti siempre sonrío y... porque ahora que me paro un segundo, respiro y, de nuevo, te pienso... Por fin, consigo odiarte un poco menos.

1 comentario:

  1. Lo he leído cuatro veces seguidas y tengo ganas de terminar de escribir este comentario para releerlo una quinta vez. Me ha encantado el relato O.O

    ResponderEliminar